Cuando Washington demandó a Standard & Poor esta semana por falsificar las calificaciones de los valores de respaldo de hipotecas, nadie se sorprendió en lo mas mínimo.
He estado escribiendo acerca de los conflictos de intereses entre las agencias de calificación de Wall Street por más de veinte años.
He presentado propuestas de reforma al Congreso, a la SEC y a las agencias de calificación.
Tambien he advertido por las dañinas consecuencias de sus procedimientos.
El Departamento de Justicia afirma que S & P se negó a advertir a los inversores que el mercado de la vivienda se derrumbaba en 2006, porque sería malo para los negocios. ¿Podría servir este argumento en contra de Fitch y Moody´s?
Lo sorprendente de esta situación, sin embargo, son algunas de las extrañas defensas que S & P ha ofrecido.
«No éramos los únicos», insisten.
Es cierto que las tres grandes agencias de calificación de Wall Street – S & P, Moody’sy Fitch –han publicado altas calificaciones, muy similares en sus valores erróneos. Y, como explicaré en un momento, estas altas calificaciones, son gran parte del problema.
«Nadie sabía», dicen. «Les dimos nuestros mejores calificaciones basadas en la mejor información que teníamos».
¡Tonterías! El desplome del mercado hipotecario ya estaba en marcha – y ampliamente difundido – mucho antes que las Tres Grandes agencias de calificación comenzaran seriamente degradar los valores. Cualquier seguimiento de este mercado sabía o debería haber sabido, exactamente lo que estaba pasando.
Pero las causas subyacentes – y las consecuencias nefastas –van mucho más allá de este incidente escandaloso. Y este es el punto principal que falta y que casi todo el mundo reclama, incluyendo tanto a demandantes y demandados.
Así que vamos a ir al grano y pasar directamente a la dura realidad: En primer lugar, el modelo de negocio de las Tres Grandes agencias de calificación está en conflicto.
Las empresas calificadas tienen la facultad de decidir si quieren una calificación o no.
Tambien se puede apelar un a cambio de calificación antes de que sea publicado.
Las empresas calificadoras,a menudo dan bastante información sobre las fórmulas de calificación, que sirven para manipular sus propios datos financieros y mantener el juego del sistema.
Por supuesto, lo más importante es que los usuarios están obligados a pagar regularmente, a las Tres Grandes, comisiones para ser calificados.
En suma, las calificaciones son compradas y pagadas por las mismas compañías que están siendo calificadas, y estas empresas suelen estar facultadas para influir indebidamente en el resultado en varias etapas en el proceso.
Usted no confiaría en la clasificación de un hotel de cinco estrellas si usted sospecha que los propietarios pagan mucho dinero para conseguirlo. Sin embargo, millones de estadounidenses simplementeconfían sus ahorros duramente ganados, a los que hacen precisamente eso.
En segundo lugar, este conflictivo modelo de negocio,es la base, no sólo para los valores referidos a las hipotecas, sino, tambiénpara decenas de miles de bonos de empresas, bonos municipales e incluso los bonos del gobierno. Y es también el centro de grandes riesgos y pérdidas en las pólizas de seguro o incluso en cuentas bancarias.
En tercer lugar, el fiasco de los valores que respaldan hipotecas fue especialmente notorio ya que las Tres Grandes agencias de calificación, también dan sus servicios como consultores para ayudar a los emisores a estructurar los valores en el mejor nivel.
Pero como ya he documentado repetidamente, esto sin duda no era la primera vez que los inversionistas perdieron fortunas debido al modelo de negocio conflictivo delos Tres Grandes. Por ejemplo …
En un importante estudio de 1994 sobre las agencias de calificación, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) concluyó que el S & P, Moody, AM Best, y Duff & Phelps (hoy Fitch) fallaron en la calificación de empresas de seguros de gran tamaño que posteriormente quebraron, cuando ya era demasiado tarde para la mayoría de los asegurados.
S & P no emitió una calificación de «vulnerable» para una de las mayores empresas quebradas, Fidelity Banker’s Life, hasta seis días antes de la quiebra, y tampoco emitió una calificación de vulnerable por otra, Monarch Life, hasta 351 días después de la quiebra.
Por otra parte, la evidencia en un caso judicial reveló que, además de sus honorarios estándar, S & P cobro un honorario extra de $ 1 millón en orden a garantizar una calificación triple A, a Executive Life, un gran bonos basura de inversiónque luegoquebró.
O profundizar rápidamente en la quiebra de Enron en 2001. The New York Times informó que las TresGrandes agencias de calificación vieron claros signos de deterioro de las finanzas de Enron en mayo de 2001, pero poco hicieron para advertir a los inversores hasta por lo menos cinco meses más tarde.
Los Tres Grandes afirmaron que no tenían forma de saber acerca de la inminente quiebra de Enron porque la empresa oculto información.
Actualmente, S & P afirma ignorancia a pesar de que las Tres Grandes agencias de calificación, dentro de las cuales esta S & P, tuvieron un papel fundamental en llevar al primer lugar los valores de la empresa en cuestión.
Así que, obviamente, han tenido un conocimiento más íntimo de los datos- y su mercado – que el acceso que tuvo público. Y como he dicho, incluso el público sabía de la caída en ese mercado.
En cuarto lugar, no hay que olvidar que, no mucho tiempo antes que Washington tomara esta acción contra S & P por sus calificaciones de los valores relativos a hipotecas,S&P reprendió severamente – incluso amenazó –a rebajar la calificación de la deuda pública de EE.UU..
Vale decir que las acusaciones están cruzadas.
En quinto lugar, el gobierno no ha tomado medidas concretas para fomentar un cambio de modelo de este conflictivo negocio, liderado por los Tres Grandes.
Ahora bien, independientemente de lo que usted o yo podamos pensar de este modelo, cada empresa tiene el derecho de decidir cómo manejar su propio negocio. Por este motivo, no abogan por una mayor regulación gubernamental de las actividades de calificación.
Pero por la misma razón, el gobierno no debería respaldar y apoyar ese modelo de negocio. Desafortunadamente, sin embargo, eso es precisamente lo que hace el gobierno al otorgar reconocimientoa las Tres Grandes agencias de calificación,concediéndoles status oficial como agencias de calificación nacional (NationallyRecognizedStatistical Ratings Organization -NRSRO)dándoles privilegios y ventajas en el mercado.
En sexto lugar, con la aprobación tácita del gobierno del modelo de negocio de conflicto de los Tres Grandes y sin ninguna iniciativa para cambiarlo, el desastre de la vivienda y la hipoteca de los últimos años no va a ser el último desastre financiero que golpee a los inversores.
Desafortunadamente, hay muchas razones para creer que va a suceder de nuevo.
Pase lo que pase con la accion emprendida por Washington, nada va a cambiar.
¿Cuál es el problema más probable respecto a las calificaciones?
Es el mismo que hemos estado advirtiendo repetidamente: bonos del Tesoro estadounidense.
Sus calificaciones de primer nivel (incluso después de rebaja de S & P) son un anacronismo.
Y aunque, es poco probable un default por parte del gobierno de EE.UU., la probabilidad de grandes pérdidas de los inversionistas de bonos está creciendo día a día, debido a la caída de los precios del mercado, por ladepreciación del dólar, o por ambos.
No se deje engañar por las altas calificaciones de sus bonos que surjan de los Tres Grandes. También tenga cuidado de operar con «los analistas de valores» que están financiados por las empresas que están ofreciendo.
En su lugar, siempre busque evaluadores independientes para sus inversiones,aquellos que estén libres de cualquier conflicto de interés.
Martin
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