El tema de las ayudas económicas a los países que entran en crisis de balanza de pagos tienen algunas aristas claramente definidas.

Por un lado, los egresos de dichos países superan, durante varios años a sus ingresos. Por otro lado, los prestamistas exageran su bondad y entregan tal monto de prestamos que superan en alto grado al PBI respectivo del pais en crisis. Pareciera que estos banqueros no consideran la capacidad de repago de las deudas, algo que es el abc de la calificación de un deudor. A cambio de la bondad  mencionada exigen una serie de condiciones que claramente son ilusorias para los países deudores. Esta situación trae problemas para adentro, como ser angustia de la población (finalmente problemas políticos internos) y para afuera necesidad de constantes refinanciaciones y mas exigencias utópicas (problemas políticos externos). Me atrevo a decir, que en la mayoría de los casos, dichas deudas son impagables.

A continuación reproducimos un articulo de Bill Bonner que claramente abarca y explica el primer punto de nuestro comentario.

 

A pesar de que muchos achacan el cambio político producido la semana pasada en Grecia a los estragos que ha causado la austeridad, lo cierto es que Grecia sigue a la cabeza en gasto público.

 

Vamos a empezar con una cita de Sócrates: “La democracia nace cuando los pobres vencen a sus oponentes, matando a algunos y desterrando a otros, mientras que al resto le dan a partes iguales libertad y poder” – Sócrates (República de Platón)

Una tormenta de nieve azotó la costa este de los EE.UU esta semana. Una tormenta política sacudió también el sur de Europa.

Sentado aquí en la orilla de la playa, una suave brisa agita los árboles, los pájaros cantan, los surfistas caminan sobre la arena cargando con sus tablas de surf.

Es difícil imaginar la tempestad en Norteamérica, por no hablar de las nubes negras sobre el Partenón. El partido de izquierdas Syriza ganó en Grecia. Una vez más, Grecia es una víctima de la democracia.

Lo que esto significa exactamente nadie lo sabe. Según reporta The Wall Street Journal:

A los pocos minutos de cerrar las urnas, el poderoso jefe del Banco Central de Alemania, Jens Weidmann, retrocedió. “Está claro que Grecia seguirá dependiendo de la ayuda y también está claro que esta ayuda se otorgará únicamente cuando esté dentro de un programa de ayuda”, dijo en una entrevista con la emisora de televisión ARD.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, advirtió que el resultado de las elecciones griegas “aumentará la incertidumbre económica en Europa”.

El aumento de la incertidumbre es una buena apuesta.

Mientras tanto, los medios de comunicación informaron que los burócratas europeos estaban trabajando horas extras para adaptarse al nuevo gobierno con el fin de mantener el funcionamiento del sistema. También se informó de que los votantes griegos estaban hartos de la austeridad.

En cuanto al primer bloque de noticias, no tenemos ninguna duda. Todos los que mandan no quieren convertirse en los que solían mandar. Van a hacer lo que sea para aferrarse a su autoridad.

El segundo bloque de noticias es el que nos hace decir: “¿eh?”

No es que no lo hayamos oído esto antes. Los griegos, los españoles, los italianos, los portugueses, los franceses… se supone que todos ellos están cansados de la “austeridad”

Pero, ¿qué austeridad?

Según nuestras fuentes, el gobierno griego gasta actualmente el 59% del PIB. Al igual que Francia, Grecia tiene un montón de funcionarios que disfrutan de una vida cómoda a costa del contribuyente. Y en el sector privado también los amigotes obtienen favores, privilegios y exenciones de impuestos, mientras que casi la mitad de los ingresos no son grabados fiscalmente. Lo que probablemente es bueno. Si no fuera por el mercado negro y la evasión fiscal, la economía probablemente se hubiera desmoronado.

Por otro lado, dicen que el 45% del PIB es recaudado por el gobierno griego. La diferencia entre lo que se recauda (45%) y lo que se gasta (59%) es aparentemente el origen del problema. Pero no estamos seguros. Todos los números que vemos son un tanto sospechosos.

Gracias a los números sospechosos Grecia fue admitida en la Unión Monetaria Europea. La Unión Europea exige un cierto nivel de estabilidad financiera para poder ser un miembro más, o no te dejan entrar. (Ante el temor de que te tengan que rescatar después). Grecia logró entrar gracias a la habilidad de Goldman Sachs, que disfrazó con eficacia alguna de las deudas de la nación.

Entonces, sin temor a recibir el reembolso en dracmas, la arriesgada moneda griega, los prestamistas abrían felices sus carteras a los prestatarios griegos. La deuda pública pasó de ser del 100%, a alcanzar en 2006 el 174% del PIB.

Gastar, gastar, gastar. Pensiones. Sanidad. Educación. ¿Y por qué no las armas también? Grecia sigue siendo uno de los países que más gasto militar tiene (como porcentaje del PIB) en la OTAN.

¿Eso es austeridad?

Austeridad real es cuando no se gasta más de lo que se gana, menos lo que hay que pagar para saldar las deudas del pasado. Austeridad real es lo que obtienes cuando los prestamistas se percatan de la situación y no te prestan más dinero. Austeridad real es lo que tienes cuando los alemanes dicen “nein” a una nueva ayuda financiera.

Austeridad real no es lo que los griegos tienen y no es contra lo que votaron en las urnas.

Es lo que necesitan.

Bill Bonner.

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros «Financial Reckoning Day» y «Empire of Debt» que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.