¿Qué es lo que el gobierno ruso y Greenpeace tienen en común? Ambos temen la propagación de la revolución del gas de esquisto en Estados Unidos. El gobierno ruso esta preocupado ya que si se obtiene gas de esquisto en otro lugar, se debilitará su posición en el mercado, mientras que el segundo teme las supuestas consecuencias ambientales de la producción mundial de esquisto.
El gas de esquisto es el gas natural atrapado en formaciones de roca de esquisto. Durante la última década, los nuevos métodos de perforación y un proceso llamado fracturación hidráulica (‘fracking’), que consiste en bombear una mezcla de agua a presión, arena y productos químicos subterráneos para romper rocas subterráneas y liberar la conexión con el gas. Los productores ahora tienen acceso al gas que antes era poco rentable de extraer.
Hasta ahora, el ‘shale revolución’ se ha limitado en gran medida a los EE.UU., donde se encuentra gran parte de las reservas, y tuvo como consecuencia un exceso de oferta. Esto ha ayudado a impulsar los precios de gas natural a nuevos mínimos en los últimos años.
Pero los intentos de poner en marcha en otros lugares han fracasado. Por ejemplo, después de desperdiciar millones de dólares, ExxonMobil, no ha obtenido beneficios en sus perforaciones en Polonia, el supuesto mejor prospecto de esquisto de Europa. ExxonMobil, finalmente se retiró del país el año pasado.
La fracturación hidráulica (fracking) no deja de tener sus riesgos
En los EE.UU., la revolución de esquisto ha sido poco menos que un milagro. Y casi asegura la independencia energética de mayor importador de petróleo del mundo. Gracias al shale, los EE.UU. están en camino de superar a Rusia como mayor productor de gas del mundo en 2015 y a Arabia Saudita como el mayor productor mundial de petróleo en 2020.
La transformación de la energía impulsa la economía de Estados Unidos y da nueva fuerza geopolítica gobierno americano. Incluso ayuda a reducir las emisiones de C02 del país, ya que las centrales eléctricas del país no consumirán más carbón y serán convertidas a gas. Entonces, ¿por qué no otros países siguiendo su ejemplo?
Bueno, como la mayoría de los «milagros», la energía de shale viene con varias condiciones. La técnica de extracción, ‘fracking’, consiste en bombear millones de litros de agua y productos químicos a alta presión para fracturar formaciones rocosas subterráneas para liberar el gas atrapado. Y no todo el mundo está preparado para hacerlo.
Por ejemplo, los franceses han prohibido el fracking por el temor a que pueda contaminar los acuíferos subterráneos. El Reino Unido relativamente poblado, las comunidades locales amenazan con frenar el desarrollo fracking, ya que argumentan que la idea de una industria pesada arruinara la vida tranquila de los lugares rurales. Incluso en lugares como China, donde el gobierno a menudo ignora las preocupaciones ambientales, el gas de esquisto está lejos de ser considerado seguro. En este caso, el problema es la escasez de agua. China tiene las mayores reservas de gas de esquisto en el mundo y podría sostener una campaña fracking generalizada. Pero los expertos no están seguros de que el fracking tenga éxito.
Pero los ministros de petróleo de Rusia y los activistas de Greenpeace no pueden respirar tranquilos por el momento. Porque América Latina tiene las condiciones perfectas para el gas de esquisto y hay una empresa que parece que está a punto de provocar una revolución en la zona.
¿Por qué América Latina esta preparada para el shale?
En su conjunto, y con las excepciones obvias que marcan la mayoría de las generalizaciones, América Latina tiene muchos menos problemas de los que se encuentran en otras partes del mundo. Tiene importantes yacimientos de esquisto, gobiernos y empresas que siempre han trabajado con las industrias extractivas, muchas zonas escasamente pobladas, donde es menos probable el problema ambiental y una gran cantidad de agua. En términos generales financieramente, esta fuerte. El importante crecimiento económico de la región significa que hay una creciente demanda interna, mientras que la costa del Pacífico y del Atlántico dan acceso a la exportación para los mercados europeos y asiáticos, en los que vende gas a un precio mayor de lo que ocurre en América del Norte.
América Latina por ser un lugar muy vasto, puede estar destinada a ser un gran jugador en el tema. Así que vale la pena analizar las diferentes oportunidades disponibles en cada país.
Enorme importancia de yacimientos de esquisto de Argentina
Gracias al descubrimiento en 2010 del campo Vaca Muerta (nombre extraño), Argentina tiene las terceras mayores reservas de gas de esquisto del mundo y el cuarto mayor de petróleo de esquisto.
Las estimaciones varían, pero la consultora IHS Energy calcula que el país cuenta con 6.037 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas y 1.135 millones de barriles de petróleo. A titulo de ejemplo, mencionemos, que el consumo total anual de gas de Gran Bretaña alcanza a 3 TCF. Ahora vale la pena señalar que no todo ese volumen de gas pueda ser extraído.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) estima que alrededor 802 TCF de gas de esquisto de Argentina es «técnicamente extraible”, de donde sigue siendo una enorme cantidad de gas.
Pero a pesar de las enormes reservas, no creo que Argentina represente la mejor opción para los lectores. En 2009/2010, pasé cinco meses en el país escribiendo un informe sobre el petróleo y gas de Argentina para una revista de petróleo de EE.UU.. Socialmente fue genial. Me encanta Argentina y disfrutamos de la oportunidad de viajar a las provincias petroleras. Pero el trabajo de campo fue una pesadilla. Extraoficialmente los ejecutivos de las compañías de petróleo lamentan que los controles de precios y los impuestos de la presidente Kirchner, llevan a pensar que no tiene sentido invertir en nuevas producciones, pero eran incapaces de expresar dichos conceptos públicamente ya que estaban muy preocupados en no molestar al gobierno.
Sin embargo, aunque la experiencia vivida no pudo haber producido la mejor escritura de mi carrera, me produjo una profunda impresión. Espero que el país encuentre una manera justa de explotar su increíble capacidad y algunos de mis amigos argentinos puedan beneficiarse. Pero no creo que vaya a ser fácil para los pequeños inversores privados internacionales, obtener algún beneficio.
Tres gigantes de la energía con enormes perspectivas
El siguiente es México, que según las estimaciones de la EIA tiene 545 TCF en reservas técnicamente extraibles. La situación parece ser positiva por parte del gobierno. Hace unos meses, declaraciones de Francisco Salazar, presidente de la Comisión Reguladora de Energía de México, en el Foro de Inversión Anual Latinoamericana de Londres, definió que el gobierno estaba dispuesto a impulsar el desarrollo de esquisto. Además, aclaro, que si bien la Constitución prohíbe a las compañías petroleras privadas poseer reservas de hidrocarburos mexicanos, en este caso, puede ser más fácil obtener empresas que estén dispuestas a desarrollar la extracción de esquisto del país.
Pero a pesar de este optimismo, no creo que sea aun, la opción correcta para los inversores. Uno de los mayores desafíos que enfrenta el gas de esquisto mexicano es gas de esquisto de EE.UU.. La Infraestructura petrolera de Estados Unidos y sus empresas de servicios ofrecen a los productores locales una gran ventaja sobre los rivales mexicanos. De hecho, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, estima que cuesta cinco veces más perforar un pozo de gas de esquisto en México que en Estados Unidos. Eso significa que es más barato para la industria mexicana para importar gas de EE.UU. que preocuparse por el desarrollo de sus propios yacimientos. Por supuesto que esa dinámica va a cambiar con el tiempo – especialmente si Estados Unidos comienza a exportar a los mercados asiáticos de precios más altos – pero por ahora al menos es una barrera para los inversores.
Otros gigantes de la energía en América Latina, Brasil y Venezuela, ambos tienen un montón de gas de esquisto, pero tampoco parecen apresurados a explotar por el momento. Se estima que Brasil puede tener 245 TCF de reservas de esquisto extraíbles, el tercero más alto de la región.
Pero en la actualidad está focalizado en la exigente tarea desde el punto de vista técnico y financiero de la explotación de sus enormes cuencas petroleras submarinas que no puede permitirse el lujo de distraerse con el esquisto. Venezuela se cree que tiene 167 TCF de reservas técnicamente extraibles, pero es poco probable que sean explotados en el corto plazo. Después de todo, con la producción de petróleo y gas convencional por debajo de los niveles anteriores a Chávez, a pesar de las enormes reservas, la compañía petrolera nacional de Venezuela tiene otras prioridades.
Posible opcion más favorable para desarrollo de shale
En términos regionales, Colombia tiene las menores reservas pero en realidad puede ofrecer muchas mejores perspectivas para los inversores de esquisto. ¿Por qué? IHS estima que el shale de Colombia podría tener más de 3.000 billones de pies cúbicos de gas. Por ello, la EIA estima que alrededor 55 TCF podría ser extraible, con hasta otros 6,8 mil millones de barriles de petróleo de esquisto bituminoso. Como siempre, estas cifras deben ser vistas con precaución, pero para ponerlo en contexto, se encuentra en un estadio similar al del Reino Unido, donde las últimas estimaciones apuntan a 1.500 TCF en total, con tal vez el 10% de recuperación.
Otro aspecto positivo para los inversores es que Colombia necesita realmente la energía de esquisto. En la actualidad es un exportador de petróleo, pero con el rápido crecimiento de la demanda, se estima que puede estar importando petróleo para el año 2017. Si las cifras de la EIA son correctas, el esquisto podría triplicar las reservas de petróleo de Colombia. Otra ventaja es que el país cuenta con una gran trayectoria en la gestión de las industrias extractivas y con normas equitativas para las empresas del sector privado e inversionistas internacionales.
El gobierno de Colombia ofrece un descuento del 40% en las regalías de los proyectos no convencionales y otros beneficios. También ha trabajado para mejorar los procesos burocráticos para proyectos no convencionales.
Como señala David R Mares en un informe del Banco Interamericano de Desarrollo en el gas de esquisto, esta es una estrategia que Colombia ya ha utilizado con cierto éxito con el petróleo convencional – «crear un entorno atractivo para la inversión y encontrarán reservas y producir».
Una pequeña empresa con un gran potencial en Colombia
Canacol Energy (TSE: CNE) es una pequeña empresa petrolera canadiense, que posee tierras en Colombia y Ecuador. La firma cuenta con 22 millones de barriles de petróleo (boe) de reservas probadas, compuesto por una mezcla de petróleo convencional y de esquisto y gas. Una vez que define las reservas probables y posibles, la empresa podría estar sentada en más de 52 millones de barriles equivalentes de petróleo – alrededor del 90% de los cuales se encuentra en Colombia.
La firma cuenta con una verdadera mezcla de activos de petróleo ligero, petróleo pesado y gas natural. Produce actualmente alrededor de 8.000 barriles por día en estos campos, que está ayudando a financiar sus esfuerzos para explorar el resto de sus 2,5 millones de acres de concesiones. Y desde nuestro punto de vista es esta exploración es el aspecto más importante.
La empresa cuenta con cinco contratos de exploración y producción que cubren 250.000 acres en una de las más potenciales cuencas de esquisto de Colombia, el Magdalena Medio, situado en el centro de Colombia. Estos activos han llamado la atención de los operadores con experiencia internacional de esquisto que están dispuestos a llegar a América Latina. ConocoPhillips, Exxon Mobil y Shell ya son socios en las operaciones.
Entrevisté al co-fundador de Caracol, Luis Baena, en el marco de una conferencia de Colombia en Londres. Como la mayoría de los responsables de alta dirección promociono muy bien su compañía, y brindo un aluvión de estadísticas para demostrar por qué su empresa es la de mejor valor para los inversores que sus competidores. Sus argumentos sonaron muy consistentes. Dentro de sus argumentos resalto que la empresa se había beneficiado con compras de superficie barata desde 2008.
El interés en el petróleo y gas de Colombia crece. Factores como la seguridad y la infraestructura, mejora el valor de su superficie. Por ejemplo, en su primer acuerdo con Exxon, se valoro la superficie de Caracol en torno a 774 dólares por acre. El acuerdo más reciente, esta vez con ConocoPhillips, el valor alcanzo $ 3.000 dólares por acre.
Incluso estos precios son todavía mucho más bajos que los niveles de EE.UU., donde un acre puede alcanzar 15.000 dólares. Al igual que con cualquier empresa pequeña, esta es una apuesta arriesgada, pero con un montón de factores positivos.Alpha
Por James McKeigue (The New World, MoneyWeek)
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