El mundo está cambiando y rápido. El problema es que esto no se ve en todos los sectores por igual y el mundo de las finanzas personales es uno de los más lentos en evolucionar. Cómo aprovechar esta ola económica y no llegar tarde.

finanzas personalesReportando desde Miami, Estados Unidos

Latinoamérica está dando de qué hablar en todo el mundo. Países como Chile, Colombia o Perú presentan números en su economía que son inmensamente mejores que tradicionales países desarrollados y estables como Reino Unido, España, Estados Unidos o Francia.

 

Las economías de estos países sudamericanos no sólo no dejan de crecer, sino que hoy en día el riesgo de una crisis es mucho más alto en los países avanzados.

Varios números sustentan esta visión. Miremos sólo los ratios de déficit para sacar conclusiones. La deuda de Gran Bretaña se sitúa en casi el 65% de su PBI, la de Grecia está en el 170% del PBI y la de Japón supera el 200% de su PBI.

En cambio, la de Colombia no supera el 46%, la de Perú es de sólo el 22% y mejor aún la de Chile, que está en el 11% de su PBI. Y este último país no sólo no se contenta con tener poca deuda, porque también tiene un fondo de reserva por USD 15.000 millones.

En los números de desempleo se puede observar lo mismo. Mientras el índice de desocupación en los países desarrollados está en 7,9%, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en Latinoamérica este ratio está en 6%.

Éstas y otras cifras nos demuestran que las naciones de nuestra región están en mucha mejor situación que sus pares desarrolladas. Esto, sin duda, demuestra que los ciudadanos de Chile, Colombia y Perú tienen mucha mayor probabilidad de generar más ingresos. Y esto, teóricamente, les permitiría generar más ahorros, invertir este dinero y en definitiva cambiar el futuro financiero de sus familias para siempre.

Ahora, ¿esto realmente está pasando?

Bueno, es complicado obtener datos concretos sobre esta tendencia, pero todo hace pensar que esto no está ocurriendo. Los ciudadanos de estos países latinoamericanos pueden estar generando muchos más ingresos que décadas atrás, pero el mundo de las inversiones personales no se ha desarrollado aún.

Esto quiere decir que la mayor cantidad de personas que está pudiendo generar mayores ingresos no está ahorrando, sino que está gastando ese dinero; o si logra desarrollar la disciplina suficientemente para ahorrar algo de esos ingresos excedentes, no los invierte.

¿Por qué pasa esto? La respuesta puede venir por un conjunto de factores. Le voy a acercar cuatro, que son los que me parecen más relevantes:

El primer factor es la abrumadora presión comercial que vivimos todos los días para consumir más. Desde celulares hasta autos nuevos, ropa, joyas o cigarros. La publicidad asocia la felicidad con el acceso a determinados productos o experiencias. Por lo tanto, cuando una familia logra generar ingresos excedentes, lo más probable es que intente consumir algunos de esos productos, en vez de ahorrar o invertir ese dinero. Es que “no gastar” la plata ganada termina siendo una conducta totalmente “anti-natural” en estas circunstancias. Hay que tener mucha disciplina para no gastar cuando estamos rodeados de una sociedad tan consumista.

El segundo factor que está en contra de la inversión de las familias latinoamericanases un concepto viejo pero muy arraigado en nuestras sociedades: la idea del “Estado protector y paternal”. Esta idea se refiere a alguien que dice: “no me voy a preocupar por armar un fondo de retiro porque el Estado estará siempre allí para protegerme y cuidarme cuando lo necesite”.

Bueno, la mala noticia es que el Estado seguramente no esté allí cuando lo usted lo requiera. Todo lo contrario, está pensando constantemente en cómo puede sacarle dinero de la forma más disimulada posible. Verá, la clase política es como cualquier otra corporación: quiere más dinero para gastar, contratar amigos, tener más poder y reputación, y en definitiva ganar cada vez más votos y prestigio comprando voluntades. Por lo tanto, no crea el cuento de que el Estado estará cerca suyo cuando el retiro llegue.

El tercer factor que hace que todavía no nos acerquemos tanto al mundo de las inversiones es la falta de educación financiera. Hoy, muchos ciudadanos latinoamericanos no conocen todas las opciones que tienen a su disposición. Son realmente muchas y muy atractivas, pero para saber aprovecharlas hay que tener un mínimo conocimiento de cómo funcionan.

Si bien se están haciendo progresos en esa materia –a la par que las empresas financieras se desarrollan en la región-, el tipo de educación que estas entidades dan no es la mejor. Es que esas entidades quieren generar comisiones, es decir, se quieren quedar con una parte del dinero de las personas y esto implica grandes conflictos de intereses entre éstas y los inversionistas.

A veces las entidades financieras brindan algún valor agregado por esas comisiones que cobran y a veces no lo hacen. Por lo tanto, la educación financiera que viene de ellas es peligrosa. Puede ser que no le dé todas las herramientas (ni las mejores) para ayudarlo a ser exitoso financieramente. Es necesario que los latinoamericanos aprendan más sobre inversiones, independientemente de lo que digan los bancos, y gracias a Internet esto es mucho más probable hoy en día. Puede tomar algún tiempo en ocurrir, pero tarde o temprano llegará.

El cuarto factor es un tema de objetivos. Conozco a muy pocas personas cuya meta sea llegar a ser financieramente libres. ¿Qué quiero decir con esto? Bueno, en definitiva, tener el dinero para poder mantener el nivel de vida deseado sin la necesidad de trabajar todos los meses.

De los pocos que se plantean esto, la mayoría fija objetivos financieros de corto plazo. En el mejor de los casos llegan a plantearse objetivos de mediano plazo, como por ejemplo comprar una casa, cambiar el auto o financiar un viaje. Pero nadie se fija el objetivo de construir un patrimonio que le permita generar ingresos pasivos sin la necesidad de trabajar. Y lo concreto es que sin esta meta es complicado lograr invertir a largo plazo.

Si usted es capaz de superar estos cuatro obstáculos que van en contra del futuro de sus finanzas personales, tendrá a su alcance una oportunidad única: la oportunidad de cambiar su futuro financiero y el de su familia para siempre.

Le deseo una excelente semana de inversiones,

Federico Tessore.

Para Inversor Global.