A Pesar que la Distribución de Riqueza no es Equitativa

El engrosamiento de la clase media lleva a una mejora en las condiciones de alimentación. Y esta mejora, junto con la alegría de los productores agroalimentarios, marca advertencias que se deben analizar y profundizar con el objetivo de definir los caminos a seguir. A medida que la surgente clase media esta mejor alimentada, hay una prolongación de la vida y un consecuente cambio en las necesidades de alimentos. Al poder acceder a alimentación mas sofisticada,  entendiendo el concepto como mayor cantidad de nutrientes, se mejora el nivel de vida de la población.

Según estimaciones actuales, la proyección sobre la demanda de alimentos llegara en los próximas 20 años superara los 16.000 billones de dólares.

Todas las estimaciones llevan a pensar que va a haber familias con menor cantidad de hijos,  pero que el crecimiento vegetativo va a seguir aumentando en razón del mencionado aumento de la longevidad.

Todos estos cambios nos llevan a tener que prever o imaginar el futuro. Pero para esto se necesitan estudios en detalle para obtener datos lo mas fidedignos posibles. A nivel global hay varias ONGs y empresas que estudian el tema. Una de ellas es Prospectiva 2020, fundada por el argentino Carlos Magariños. Esta organización tiene sedes en Washington, Lima, Santiago, Munbai, Sao Paulo, Viena y Buenos Aires. Trabajan sobre temas del agro, biotecnología, medio ambiente y energía.

Sus conclusiones son de un elevado detalle, que además evolucionan con las nuevas investigaciones. Dentro de sus definiciones, expresan que a medida que los hogares abandonan la pobreza y acceden a la clase media, no solo tienen requerimientos materiales ( que forzosamente van a influir en los fabricantes) sino van a requerir un cambio de dieta. El aumento del consumo de proteínas animales seguirá incrementándose dado que una parte muy grande de la población va adquiriendo, paso a paso, gustos más nutritivos y menos básicos.

 

No vivimos en el mejor de los mundos, ni mucho menos. Si bien el mejoramiento alimenticio global es un hecho, debemos lamentar que no se concreta con la urgencia que  requieren las necesidades de la humanidad. De todos modos, debemos ser consientes que el futuro de las empresas agropecuarios, sobre todo aquellas de alto valor agregado, brindan posibilidades de inversión muy favorables para el mediano plazo.