Hemos escuchado mucho sobre el petróleo de esquisto bituminoso y ‘revolución energética’ de gas y cómo cambia las reglas de juego. Todos están muy entusiasmados. Pero en medio de toda la algarabía, vale la pena recordar que las revoluciones tienen perdedores y ganadores.

La invención y difusión de los ferrocarriles en Gran Bretaña redujeron los costos de transporte y vieron surgir las ciudades a lo largo de las rutas. Pero llevaron a la  bancarrota propietarios vecinos. Internet  ha tenido un impacto similar beneficiando a unos y perjudicando a otros.

Esquisto no es diferente. La revolución es unilateral en un comienzo – los EE.UU. se están beneficiando, pero las esperanzas de gas barato en otras partes, hasta el momento parece exagerado. Eso le da a Estados Unidos una ventaja competitiva frente a otras naciones. E incluso en los EE.UU., algunas empresas se verán afectados por el desarrollo del enquisto.

Esto es lo que compran – y qué evitar…

Fracking (fractura hidráulica) es más difícil de lo que parece

La nueva tecnología ha permitido que tengamos acceso a gas de esquisto. Sin embargo, todavía no es tan fácil de extraer.

Es fácil reírse de los temores alemanes que los efectos secundarios de la «fractura hidráulica» podrían arruinar la cerveza de su país. Sin embargo, mientras que las preocupaciones sobre el impacto ambiental de fracking pueden ser exageradas por algunos, las industrias de extracción, por su propia naturaleza no son cosas agradables para los que viven al lado.

Así que no es sorprendente que el fracking haya  tenido tanto éxito en las llanuras de Dakota del Norte en los EE.UU..  El reciente auge creo nuevos puestos de trabajo, en una zona de baja densidad poblacional.

En las zonas más densamente pobladas, el fracking  se ha encontrado con una  oposición masiva. Es posible pensar, ante estas circunstancias, incluso ante un gran impulso económico, que la  probable cantidad extraída en Europa – y en el Reino Unido – siempre será mucho menor que en los EE.UU..

Por supuesto, la opinión pública en China no es un problema. Este país también tienen grandes reservas y una necesidad urgente de reducir el uso de carbón, que literalmente los esta ahogando. El problema no obstante, explico  Nancy Cardin de Close Brothers Asset Management, es que también se necesita mucha agua para inyectar en el suelo. Y China ya tiene muy poca agua para todos.

Incluso en Australia –  que tiene grandes espacios  con escasa densidad de población – las últimas estimaciones indican que se necesitarán años para desarrollar una industria del gas de esquisto, y tendrá un costo de casi el doble del nivel de los EE.UU..

También hay casos en que las estimaciones de las reservas se han mostrado demasiado optimistas. Los pocos resultados de la exploración en Polonia es un ejemplo importante. Incluso en los EE.UU., áreas tales como Ohio han tardado en desarrollarse más de lo  esperado.

Esto no significa que los perforadores dejaran de intentar – la economía del shale gas es  demasiado atractiva. Sin embargo, obtener bajos precios del gas natural de roca que  EE.UU. alcanzo rápidamente, no es fácil de alcanzar en otras partes.

 

La Industria de los EE.UU. se beneficiará a expensas de Europa

Está claro que los grandes ganadores capaces de acceder a gas barato, serán las empresas industriales intensivas en energía. La mayoría de estas empresas son, y seguirán siendo, de Estados Unidos.  PriceWaterhouse-Coopers  estima que las empresas de productos químicos de Estados Unidos ya han aumentado su capacidad en un tercio.

Mientras tanto, las cosas son cada vez más difícil para sus rivales europeos. El gigante industrial alemán BASF está encontrando dificultades para competir. A pesar de que tiene algunas operaciones en los EE.UU., su planta principal se encuentra en Alemania y  tiene que pagar entre cuatro y cinco veces más por el gas. Si bien BASF cree que puede compensar en parte por ser más eficiente, ha admitido que ya ha tenido que abandonar algunos mercados sensibles al precio.

Nancy Cardin también cree que el fracking empujará los precios del petróleo un poco más abajo, pero no mucho. El aceite de esquisto no es la fuente más cara de petróleo, pero está actualmente en  los niveles de Medio Oriente  que en general cuesta alrededor de 70 dólares el barril para producir.

Así, mientras que la mayoría de los grandes productores de petróleo verían sus márgenes de beneficios caer, si el precio del petróleo tiene un aumento, los mayores problemas los tendrán  los productores de alto costo, como los del norte de África.

Por el contrario, los países del Golfo, que puede extraer aceite por casi nada, van a estar  mucho mas protegidos contra el impacto. Como consecuencia, la OPEP tendrá más dificultades para incrementar  los precios del petróleo por razones políticas, lo que reduciría  el elemento de riesgo político sobre el precio en crudo.

En que debemos invertir

La forma más fácil de sacar provecho de la ventaja de Estados Unidos en el negocio del gas de esquisto es invertir en una de las empresas petroquímicas de Estados Unidos, que no tenga nada que ver con la competencia europea. Dow Chemical (NYSE: DOW), ha visto aumentar su beneficio neto en un tercio y las ganancias por acción crecieron  un 13,1% desde el año pasado. Sus acciones se negocian en un precio a un ratio de precio / ganancias de 14, pero ofrece un jugoso dividendo del 3,8%.

Otra opción es invertir en una de las empresas que transporta petróleo de esquisto y gas alrededor de los EE.UU.. El mejor ejemplo es Kinder Morgan (NYSE: KMI). La compañía es propietaria de 180 terminales y 37.000 kilómetros de tuberías, así está perfectamente situada para aprovechar el auge de la energía. En los resultados más recientes, las ganancias trimestrales subieron un 80% el año pasado, lo que se estima para el futuro de p / e de 30 parece un poco menos irrazonable. Más importante aún, está pagando un dividendo del 4%, ya que devuelve dinero en efectivo a los accionistas.

Por Matthew Partridge (Senior Writer, MoneyWeek)

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