Los inversores aprendieron duras lecciones cuando los mercados financieros se derrumbaron en 2008.

 La actual situación económica norteamericana va en franco mejoramiento. No tan así la europea, especialmente por los continuos problemas de Grecia (triunfo del partido de izquierda Syriza). Hay problemas con el terrorismo islámico (Isis). Caída del precio del petróleo y de los commodities.   Hay incertidumbre sobre el crecimiento económico de China, para el 2015, y en general sobre el crecimiento global.

 

Es un buen momento para actualizar las lecciones del 2008: «Las personas inteligentes cometen errores», dijo Larry Swedroe, director de investigación de Buckingham Asset Management de St. Louis. «Lo que los separa de los necios es no repetirlos».

 Recordemos algunos datos de inversión claves del 2008, que se puedan aplicar en la actualidad:

 1. La diversificación no es una panacea, pero funciona

 Todos los principales índices de valores de Estados Unidos e internacionales perdieron dinero en 2008, al igual que muchos bonos de referencia. Por otra parte, muchos activos que se consideran de menor riesgo que otros, no necesariamente pierden menos.

Por ejemplo, muchos inversores en el año 2008 creían que acciones de alta calidad, que pagan dividendos en acciones de gran capitalización, amortiguarían la crisis que se esperaba y que corrían riesgos menores que si tuvieran acciones de capitalización media y baja. Estaban equivocados.

 Desilusionado, algunos “sabios” del mercado, ponían en duda los “vulgares “conocimientos de que la diversificación de una cartera de inversión lo protege en un mercado bajista.

 Un mercado en caída libre aplasta todo a su paso, como un impulso positivo tiende a mantener a flote todos los barcos.

 Durante períodos más largos, por el contrario, obtendrá retornos más estables con una mezcla de activos que no suban y bajen, uno atrás del otro.

Una verdadera diversificación de la cartera, debe contener un espectro muy amplio, a través de acciones, bonos, oro y otros metales preciosos, bienes raíces, materias primas y similares, incluso si esto significa renunciar a algunos beneficios en los mercados alcistas.

 2. Es necesario tener resguardos seguros

 En el 2008, las acciones de Estados Unidos e internacionales habían sido los activos con mejor desempeño durante cinco años consecutivos, y el seguro de cartera en forma de bonos del Tesoro casi no tenía mayor importancia. Sin embargo, cuando el mercado comenzó a bajar, la deuda del gobierno de Estados Unidos, jugó su papel de protección tradicional, los bonos del Tesoro eran la mejor inversión para ganar dinero en 2008.

 La calificación crediticia Standard & Poor, en aquel momento, bajo la calificación de Estados Unidos de su codiciada calificación triple A, situación que era inimaginable.

 Sin embargo, los bonos del Tesoro han superado a la mayoría de otras inversiones.  Las perspectivas de crecimiento económico lento llevan a que los inversores huyan de la relativa seguridad de los bonos federales y municipales, presionando hacia abajo los rendimientos y con precios a la suba.

 “Los activos de renta fija, que más interesan, solo son los bonos del Tesoro, los bonos de agencias gubernamentales y los bonos municipales de mayor mercado»,

Swedroe dijo. «Todo lo demás, tales como bonos basura de alto rendimiento, bonos convertibles, bonos de mercados emergentes y las acciones preferenciales pueden tener los riesgos que surjan en el peor momento”.

 Los Bonos del Tesoro son una de esas raras inversiones que probablemente mejoren en crisis de corto plazo, mientras que las acciones y otros activos caen. Por el contrario, dichos bonos podrían estar entre las peores inversiones una vez que la economía de Estados Unidos y el mercado de valores despeguen.

 3. Los administradores de dinero no lo pueden salvar en los mercados bajistas

En cualquier año dado, un gran porcentaje de gerenciadores de fondos de inversión no consiguen tener buenos resultados con sus carteras de inversiones. Pero cuando llegan los tiempos difíciles, muchos inversionistas creen que los profesionales se mueven hábilmente en efectivo y otras áreas de defensa, para esquivar los peores momentos del mercado.

Esa creencia se hizo añicos en 2008, junto con las carteras de fondos. El gerenciamiento activo de fondos de Estados Unidos y de inversión en acciones perdieron un 39%  ese año, en promedio, peor que los índices  S & P 500 , el amplio Russell 2000 y Russell 3000, de acuerdo al analista  de inversión  de Morningstar Inc. .

La mayoría de los fondos gerenciados, a menudo se paralizan en mercados bajistas. Muchos gestores de cartera están comprometidos a un estilo, estrategia o sector, manteniendo las inversiones en lugar de «ir a la caja» o tomar otras posiciones defensivas. La asignación de activos o la estimación del mercado recaen en el inversionista y no en el administrador del fondo, el cual se mantiene sin movimiento con la cartera del mandante.

4. Tenga cuidado con los extremos emocionales

Con las acciones, nunca es «diferente esta vez.» Pensar que si esta vez es diferente, huele a exceso de confianza, que lleva a los inversores a olvidar la historia, y repetirla. Perseguir el desempeño, tener expectativas poco realistas, la consideración del momento del mercado y otros comportamientos emocionales-destructivos provienen de un exceso de confianza.

La confianza era alta a finales de 2007. La crisis del crédito se considera un punto problemático, pero no un cáncer. Los inversionistas también se conformaron pensando que una mega baja del mercado, solo sucedía una vez por generación, y esto ya había ocurrido, en 2000/02, y que no iba a volver durante décadas.

Por eso, cuando volvió a ocurrir un hecho semejante que inundo  Wall Street y Main Street sólo unos pocos años más tarde, los veteranos del mercado se quedaron atónitos. “No creo que este mercado a la baja va a ser tan malo'», dijo Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de Standard & Poor’s Equity Research, sobre las condiciones en 2008.

Con una recesión mundial en la mira, muchos están vendiendo antes de hacer preguntas. Stovall dijo: «El mercado ha reaccionado tan rápido como lo hizo porque no quería ser engañado de nuevo.»

De hecho, a diferencia de los asesores, las personas pueden tener en cuenta un panorama más claro. ¿Qué rendimiento usted espera  anualmente? ¿Durante cuántos años? ¿Está tomando un riesgo demasiado alto o demasiado bajo?  ¿Tiene usted suficiente dinero en efectivo que le permitirá no verse  obligado o forzado, para vender en pánico?

«Construir una sólida y bien diversificada base de su cartera que pueda prosperar en una gran variedad de entornos», dijo Mark Riepe, que dirige el Centro de Investigación Financiera Schwab, unidad de la operadora de Charles Schwab & Co. «Manténgase alerta, y haga ajustes en los bordes. «

Jonathan Burton –  MarketWatch