Días atrás, Leandro Gabin, periodista de Infobae, publico un trabajo en el que define, al menos, 15 tipos del dólar en la Argentina.

Realmente, en nuestro país vivimos con mensajes contradictorios,…más que eso, diría que vivimos engañados por una interpretación de la realidad que no es. Crecemos a tasas Chinas, no hay inflación, no hay pobres, no tenemos deuda externa y tampoco hay estanflación.

La critica a los argentinos  sobre nuestro amor al dólar se bastardea y los que queremos defender nuestros ahorros, nuestro trabajo nos tildan de gorilas. Lo que sucede es que al haber tantos gorilas ya podemos decir que nuestro país es una selva. La clase trabajadora, la clase media no es nacional y popular. Tengamos en claro, que la inflación, negada por el Gobierno, es nuestro principal enemigo. Sin planes de largo plazo, que busquen un desarrollo sostenible, con futuro para todos, los que mas sufrimos (los que trabajamos para desarrollar el país) es la clase media. Los que tienen fortunas, campos, empresas (no quiere decir que también no trabajen) son los que menos sufren la desvalorización de la moneda.

Con un país en funcionamiento normal la comercialización de bienes tiene que ser libre, por supuesto con ciertos controles del Estado (por ejemplo eliminación del IVA para los productos de primera necesidad, para familias con ingresos bajos, eliminación de impuestos que graven al trabajo). Cuando ensuciamos la economía, los cambios, múltiples es una muestra, quiere decir que no vamos por el buen camino. Lamentablemente, no es el único ejemplo.

“Dólar blue, liqui, tarjeta, soja, maíz, carne, etc. Existen distintos valores de la divisa a pesar de que formalmente haya uno sólo. Precios para todos los gustos. Exportadores, importadores y turistas”

“A las cotizaciones conocidas como la oficial, el blue, el contado con liquidación o fuga, o el dólar tarjeta en el exterior, se le suman muchas más por las retenciones que aplica el Gobierno a las exportaciones de varios bienes”.

A continuación transcribimos un resumen de la investigación de Infobae, Leandro Gabin, de los quince precios distintos del dólar en la Argentina.

-Los exportadores de soja tienen la cotización mas baja. El cambio efectivo, considerando la retención es de $ 3.20 por dólar.

-El dólar girasol es el que le sigue en la lista. Sus exportadores perciben $ 3.32 por dólar.

-Los exportadores de trigo están 3ros. Le liquidan un tipo de cambio de $3,79.

-El dólar maíz, queda a $3,94.

-El dólar que recibe la industria es el más cercano al valor en el mercado cambiario oficial. Con una retención del 5% obtienen un dólar a $ 4,68.

-Los exportadores de carne, reciben 4,20 pesos.

Hasta aquí, contabilizamos 6 tipos de cambio. Según nos explica el informe, debemos sumar todos aquellos productos con alícuotas móviles que tiene como base un precio mínimo internacional (aceites, biodiesel y combustibles – el mas castigado). Finalmente nos quedan aquellos importadores que deben pagar un plus en la cotización “libre” del dólar. Dicho castigo parte del 2%  (bienes que no se producen en el país) al 35 % (bienes de consumo y electrónicos). Del lado no oficial, financiero, tenemos el dólar blue (llego a $ 7.52, ahora a $ 7,48), el dólar billete puesto en el exterior, comprando bonos localmente a $ 6.90, una vez puesto en nuestra plaza. Tambien tenemos el dólar turista. El cambio oficial aumenta en un 15 % por compras realizadas en el exterior (tiene devolución del Impuesto a las Ganancias) alcanza a $ 5.66. Para completar y confundir al mercado monetario, también tenemos un dólar que podemos llamar transaccional. Este es el que surge del “acuerdo” entre compradores y vendedores de inmuebles. El mismo se fija entre el oficial y el dólar blue.

¿Cuál es la conclusión de este desmadre?

El Gobierno esta confundido en sus medidas. La negación de la realidad, y la falta de conocimientos técnicos, lo lleva a aplicar medidas coyunturales, ya aplicadas con anterioridad que sabemos terminan siempre mal. El dólar competitivo de antaño, no existe más.

“Para Facundo Martínez Maino, economista jefe de M&S, varios de los precios «“reales» del dólar, descontando la inflación, ya están igual o incluso peor que durante la convertibilidad”.

Lo único que tenemos en materia económica es: confusión y castigo a las fuerzas productivas.