A no asustarse, solo quero actualizar mi pensamiento histórico, desde su origen. Estoy sorprendido que después de tanto tiempo, nadie tenga la creatividad de superar el pasado

Desde el día que me fui, en junio de 1974, pasaron 43 años. Tiempo suficiente para reflexionar sobre lo que hice y porque lo hice. Es necesario dejar en claro, que si hubiera vivido los 43 años siguientes no habría hecho lo mismo a lo que hice en aquel momento.

Como pueden imaginar no me es fácil recordar la situación del país, desde sus orígenes (1880, nací en 1895)), pero si tengo en claro el camino definido por la fuerzas gobernantes del periodo. Si bien la palabra oligarquía es muy antigua (puedo afirmar que no la utilizaría actualmente) es la que en aquel momento mandaba.

Claramente, esta oligarquía estaba representada por el partido Conservador. No debemos desmerecer a los creadores del partido (Autonomista luego Demócrata, Cívico del Mitrismo o Principista) ya que representaban a la intelectualidad del momento: Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Julio A. Roca, Nicolás Avellaneda, Carlos Pellegrini, Adolfo Alsina y Roque Sáenz Peña, entre otros.

Pese a haber sido dueño del poder durante varias décadas, y haber llevado al país a un punto brillante de su evolución, perdió rápidamente vigencia ante la opinión pública a partir del advenimiento de las masas trabajadoras y de las clases medias bajas a la vida institucional del país. Aquí tengo que remarcar que esto sucedió, entre otras cosas, gracias a la clarividencia que surgió de nuestro movimiento.

De todos modos, otro error terriblemente imperdonable fue no haberse percatado para donde iba el amperímetro del espectro global. Si bien el panameranismo propuesto por el Gigante del Norte (doctrina “América para los Americanos”, contrapuesta por “América para la Humanidad”) era en cierto modo “leonino” para nuestra América, subrepticiamente nos íbamos a inclinar hacia otro león: Gran Bretaña – Europa. El agravante era nos estábamos inclinando a la parte más débil del Mundo.

 

De todos modos, nuestra lucha estaba decididamente destinada a las clases trabajadoras. El objetivo político y social era equilibrar las desigualdades e ingresar a la sociedad a todos los miembros de la comunidad. Y ciertamente lo logramos. Ahora bien, la perspectiva de los años me lleva a pensar en todas las cosas que hicimos mal, sobre todo yo que era el conductor.

En la vorágine de la “revolución” me olvide de la libertad, ¡vaya olvido! La democracia es la base de todo político y sobre todo de todos sistema político. Ya en aquel tiempo pensábamos en la permanencia eterna. No solo una barbaridad, sino que sentó las bases para que otros tengan las mismas intenciones. Haciendo memoria, casi diría que hay muchos dirigentes sindicales que están en vigencia desde que me fui,…hubo presidentes que intentaron la reelecciones pero fracasaron. El gobernador Gildo Infran no tiene vergüenza!

 

Otro tema en el que fracasamos fue el no definir Políticas de Estado. Estas tienen que ver no solo respecto a nosotros como ciudadanos sino también respecto a políticas internacionales. Hemos trabajado en varios temas, la tercera posición, el continentalismo, el ABC, entre otros, pero nunca con la suficiente claridad y consistencia.

¿Debemos asumir como Justicialistas los errores mencionados? Con la perspectiva del tiempo, diría que sí.

Al principio de esta reflexión comentaba que no entendía la permanencia de las ideas de 1945.

 

Voy entendiendo…

 

Los logros que alcanzamos en su momento están vigentes, inclusive superados porque cambiaron los tiempos. Las bandera de “Perón Perón que grande sos “están y estarán. Pero básicamente debido a la evolución de la sociedad. Tenemos que darnos cuenta que el mundo cambio. Lo que tenía su justificación a medidos de los 50, ya está, hoy estamos en otra época. La idea de Trump de industrializar nuevamente una parte de su país con economías superadas y reconvertirlas puede tener un costo altísimo para el PBI del país. En determinados temas, no se puede superar a China, no solo por economías de escala sino también porque el nivel de vida norteamericano no justifica algunas ocupaciones.

 

Lo que me preocupa es la falta de creatividad para descubrir nuevas metas, buscar nuevas utopías. Engañarnos con un presente desastroso. ¿Quién tiene la culpa de esta Argentina, real y decadente? La oligarquía, ¿hasta cuándo? ¿Están todos contra nosotros?

 

Lo que solo piensan en mi pasado, mienten…

 

Creo que hicimos cosas buenas,…pero ya fue, y también dejemos en claro hicimos cosas muy mal.

 

Vamos para adelante y por favor no me usen más!

 

De todos modos,…gracias por todo

 

(Arenga inédita del General Juan Domingo Peron)

 

Recopilacion incomprobable de F.R.L – Noviembre 2017